Durante el invierno , se disminuye la frecuencia de riego para evitar daños a la planta. Por lo cuál, con el regreso de la época de calor en la llegada de la primavera, se puede aumentar paulatinamente la frecuencia de riego. También se puede retirar, en el caso que disminuyan los riesgos de heladas (en caso de que se haya usado), cualquier material que se haya colocado para proteger el follaje.
Si el frío continua durante ésta época del año, se pueden construir plantines. Los mismos se colocan al sol durante el día para que reciban luz suficiente y puedan realizar la fotosíntesis, y se vuelvan a poner bajo refugio durante la noche para protegerlos de las bajas temperaturas.
En ésta época también es conveniente practicar la poda. La planta de ésta forma conseguirá adquirir mayor fuerza al volver a crecer durante la primavera. Es importante recalcar que la poda también nos permite mejorar forma estética a la planta, y poder distribuir mejor el peso de las ramas, para que éstas no venzan el tallo por exceso de peso.
"Esperamos que éstos consejos elaborados por los socios y socias del Taller de Huerta les ayuden a mantener sanas y lindas sus plantas. "
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